Fueron hombres de convicción, valientes, humanistas y visionarios. Este septiembre del 2010 se cumplen 189 años en que el anhelo de esos hombres de bien dejó de ser un sueño y se convirtió en una hermosa realidad.
Nuestros próceres nos independizaron de España tras casi dos siglos de yugo. Con su ardua lucha nos legaron una Patria, nuestra “Patria Querida”, como tituló un hijo de este país una canción.
Pero ¿Qué es Patria? Patria no es solo la veneración a nuestros patriarcas ni el respeto por los símbolos nacionales. Es la casa de todos: Desde el pedazo del Océano Pacífico que nos toca hasta la frontera con nuestra hermana Honduras y desde el Goascarán hasta el Río Paz.
En estos pocos KM2 está todo lo que nos pertenece. Ríos, lagos, montañas, volcanes, el cielo azul, nuestra familia de sangre, y nuestra familia más grande que es el pueblo incluida la Diáspora que aunque no está aquí, está aquí.
Ese pueblo con el que compartimos la misma forma de hablar, creencia en un Dios supremo, el color de nuestra piel, historia, comida, alegrías, sufrimientos y las esperanzas de paz y prosperidad.
Los pueblos no son estáticos, son dinámicos. Es valido preguntarse, entonces, que harían nuestros patriarcas y el pueblo ahora para revertir el yugo que padecemos que, no es otro, que la violencia, cuyos índices figuran entre los más altos en el mundo.
La respuesta sería contundente. La situación de violencia y delincuencia es tan compleja que, evidentemente buscarían la forma de revertirla con la misma convicción, valentía, humanismo y visión que hace dos siglos.
Y eso es precisamente lo que está haciendo el Gobierno y en particular la Policía Nacional Civil. Con ánimo, patriótico, impulsa sus planes estratégicos y operativos, cuyos resultados nadie honesto puede ya ocultar.
Su capacidad de respuesta en el combate al crimen no da lugar para dudas como quedó demostrado en los últimos días ante la agresión terrorista de las Maras y de las fuerzas desestabilizadoras que están detrás.
Capturó in situ en cuestión de horas, es decir en flagrancia, a no menos de cien apátridas cuando se disponían a quemar, buses a distribuir panfletos o cometían cualquier tipo de acciones terroristas.
El primer editorial escrito para nuestra nuestro Sitio Web y divulgado en nuestros programas de TV y radio se tituló precisamente “LA SEGURIDAD PUBLICA DESDE LA OPTICA DEL VALOR SUPREMO DE PATRIA”.
Esto, porque desde siempre estamos convencidos de que el accionar solo de la Policía, en las actuales circunstancias, no es suficiente y que, por tanto, se requiere del concurso patriótico de las fuerzas vivas de la nación para frenar el problema.
De hecho, muchos así lo ven y, una prueba de ello, es la convicción, valentía y visión con que salvadoreños patriotas están brindados espacios gratuitos a la PNC para que la Secretaria de Comunicaciones divulgue la verdad institucional.
Ellos son solo representantes de una corriente de personas que quieren que termine el luto y dolor que vive la Patria a causa de las Maras y de las fuerzas que --estan detrás-- que pretenden desestabilizar al gobierno.
No obstante, hay algunos que están actuando a la inversa.
Es penoso que algunos medios de comunicación se presten a dar espacio en sus noticiarios a supuestos pandilleros instando a la violencia y por consiguiente alimentando el ambiente de terror.
Pero mas inaudito es que un sacerdote católico se preste como vocero para esta grulla de terroristas, entre cuyas acciones se encuentran, matar niños, decapitar gente, y prender fuego a los pasajeros en los autobuses.
“Nadie es Patria, todos lo somos”, dijo el poeta Jorge Luis Borges.
Todos, como lo hemos dicho hasta el cansancio, es decir la Patria, debemos, con la misma convicción, valentía y visión de nuestros próceres, trabajar, desde sus posibilidades para terminar con el flagelo delincuencial (FIN).
Amamos a la Patria…
• Si amamos y respetamos a nuestra familia.
• Si nos unimos a nuestros vecinos para buscar el bien común.
• Si colaboramos para hacer más digno nuestro barrio.
• Si amamos nuestro pueblo o ciudad.
• Si nos interesamos en todo nuestro país.
• Si conocemos nuestra historia.
• Si nos sentimos orgullosos de nuestra cultura y tratamos de conservarla y darla a conocer.
• Si cumplimos con responsabilidad lo que nos toca hacer para el bien de los demás.
• Si somos respetuosos de nuestros símbolos patrios y si participamos con respeto en las ceremonias cívicas.
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