Los días lunes, los que laboramos en la Secretaría de Comunicaciones de la PNC, nos reunimos para definir, entre otros asuntos, la temática que abordaremos durante la semana en nuestros programas de radio y televisión, que por cierto, suman 17, gracias a salvadoreños convencidos de que la pacificación del país es asunto de todos y todas.
Esta vez convenimos abordar en dichos programas el tema: CONVIVENCIA SOCIAL, cuyo trasfondo es promover la solidaridad y otros valores en las comunidades y, en fin, en toda la sociedad. Promover la CONVIVENCIA en la Patria en el contexto de una estrategia para prevenir el fenómeno que nos aqueja.
Sin embargo, un día después, es decir el martes, conocimos una noticia que no podemos dejar de comentar y que, de refilón, está estrechamente vinculada con nuestra temática central.
Se trata de una noticia impensable para muchos --sobre todo para los críticos de la PNC--cuando la actual administración asumió su mandato en junio de 2009. Expliquémonos.
Luego que la población, para decirlo en buen salvadoreño, “no daba ni un cinco” por la PNC, ahora, 18 meses después, el 74.5% de los salvadoreños y salvadoreñas, califican el trabajo de la Corporación como bueno o muy bueno.
Además según, la misma encuesta, realizada y publicada por la Prensa Gráfica --“denominada LPG Datos”—la PNC es la tercera institución del Estado mejor evaluada por la población.
Estos números coinciden con otra realizada por la casa encuestadora Mitofsky y Tele Corporación Salvadoreña TCS, recientemente.
Pero no son solamente estas muestras las que arrojan resultados alentadores. Previamente, Sc Sondeos, empresa asesorada por expertos españoles determinó que el 59.1% de la sociedad califica positivamente a la policía; similares resultados arroja otra llevada a cabo por UDIOP de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Según ésta última, 6 de cada 10 salvadoreños apoyan a la corporación.
Dicho sea de paso, una valoración de este tenor por parte de los salvadoreños, a aquellos cuyo trabajo es hacer cumplir la ley, solo tiene un antecedente: a fines de los años 90, las encuentras ubicaban a la PNC, como la institución más creíble, solo después de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos. (Para clarificar mejor este episodio vale recordar que a inicios de la actual década el prestigio de la Policía comenzó a declinar, al grado que algunos no dudaron en decir que la corporación se había convertido en un “cadáver”)
Estos datos coinciden también, con las cifras oficiales de La PNC, mismas que son consensuadas con la Fiscalía General de la República y con el Instituto de Medicina Legal. Según estas estadísticas (al 8 de diciembre del 2010) este año hubo 364 homicidios menos que en el 2009 lo que representa una disminución del 8.8%.
De la misma manera, los robos bajaron 14.8%, las extorsiones 11.9% y el robo y hurto de vehículos 24.6%, entre otros rubros.
Pero no todo es color de rosa. Las encuestas aludidas, presentan, muchas otras variables que destacan que falta mucho por hacer; presentan también otros parámetros cuya lectura es que no deben llevar a nadie a triunfalismos.
Y en eso las autoridades policiales coinciden en un 100%. Ellos están conscientes que aun no han ganado “la buena batalla” contra ese flageló agobiante que es la violencia y la delincuencia.
Las autoridades policiales consideran que apenas son los primeros pasos; que “hay que meterle la doble” y si es posible “la triple” a todos los procesos iniciados para seguir pacificando al país. Para seguir derrotando a los enemigos de los buenos salvadoreños y las buenas salvadoreñas. La consigna es: se trata de un reto para ser más eficaces.
Así es. Muchos procesos están en camino, como la depuración interna, mientras otros están por comenzar. Sin embargo, estos no funcionarán como lo previsto, si la sociedad no logra niveles de convivencia aceptables. Y es por eso que decíamos, al inicio de este editorial, que la temática de la semana no es ajena a los resultados de las encuestas.
Gracias a Dios y al apoyo decidido del gobierno, las cosas han comenzado a mejorar levemente. Pero de suyo mejorarán más rápido, si más ciudadanos y ciudadanas, asumen como propio el asunto de la seguridad. Y para ello, se requiere elevar los niveles de convivencia, de solidaridad en los vecindarios y en toda en la sociedad.
Solo de esa manera, la PNC y las comunidades, unidas en un solo puño, lograremos minimizar esos niveles de violencia, en favor de nosotros mismos, de nuestra familia, y de la sociedad. En favor de la vida. En favor de un futuro promisorio para las generaciones venideras. (FIN).
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